Las cataratas del Niágara han ofrecido un espectáculo natural impresionante al amanecer cubiertas de nieve y hielo, creando una escena de ensueño que recuerda a un paisaje navideño. Las imágenes captadas muestran el lado estadounidense de este famoso destino turístico, donde el frío extremo ha transformado la cascada en una imponente obra de arte invernal.
A pesar de las temperaturas gélidas, las cataratas nunca llegan a congelarse por completo. Lo que sucede es que el agua en la superficie forma una gruesa capa de hielo y nieve, dando la impresión de un río detenido en el tiempo. Sin embargo, debajo de esta capa congelada, la corriente sigue su curso con gran fuerza, manteniendo el flujo constante de este icónico salto de agua.
Este fenómeno no es inusual en los meses más fríos del año, pero cada vez que ocurre, deja imágenes impactantes que se viralizan rápidamente. La escena de hoy recuerda a la película Niágara, protagonizada por Marilyn Monroe, que inmortalizó el lado estadounidense de las cataratas en la gran pantalla.
El frío extremo que azota la región ha provocado que turistas y fotógrafos se acerquen para capturar la magia de las cataratas semi-congeladas, un espectáculo que, aunque efímero, sigue fascinando al mundo.
