Le habían dado 4 meses de vida, pero paso los siguientes 27 salvando al mundo

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Redactora Social
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Cuando John Beal tenía 29 años, sufrió varios ataques cardiacos. Y después de ser analizado por sus médicos, le dieron la desalentadora noticia de que tan solo le quedaban cuatro meses de vida. En ese momento, decidió dedicar, lo que el pensaba eran sus últimos días de vida en salvar al mundo… terminó haciéndolo durante 27 años!

John fue un veterano de la Infantería de Marina de Estados Unidos, que luchó en Vietnam, por lo que sufrió los efectos físicos y psicológicos de la guerra, incluido el PTSD. Sus ataques cardíacos se produjeron apenas un año después de un difícil regreso de Vietnam.

Beal decidió llenar sus últimos cuatro meses con una acción simple y positiva: limpiar un pequeño arroyo cerca de su casa. Un afluente del río Duwamish, Hamm Creek había sido tan descuidado y contaminado que apenas era reconocible.

La hija de Beal, Liana, dijo que la gente les había advertido de niños que no fueran al río o que tendrían erupciones. Coches, electrodomésticos y peces muertos cubrían el río durante la marea baja. Mirando la corriente contaminada, Beal tomó una decisión.

«Bueno, hice mucho daño en Vietnam. Entonces, ¿por qué no limpiar lo que soy ahora antes de MORIR?»

Así que Beal se dispuso a restaurar el arroyo, pensando que usaría el resto de su vida, dejando una marca positiva en el planeta. Pasaron los 4 meses y él seguía vivito y coleando… de hecho vivió otros 27 años.

Al poco tiempo,  Beal se dio cuenta que limpiar un arroyo muy contaminado lleva mucho más trabajo que unos pocos meses. La eliminación de basura fue simplemente el primer paso. Las tuberías tenían que ser removidas, y el mantenimiento continuo era necesario.

Afortunadamente, Beal sobrevivió a su pronóstico y se aseguró personalmente de que Hamm Creek se restaurara por completo. Y, el salmón que no había podido acceder al arroyo debido a la contaminación regresó en los años ochenta.

Pero el trabajo de Beal no terminó ahí, se convirtió en un defensor abierto de la cuenca del Duwamish y fundó una organización sin fines de lucro para proteger la vida marina. En el momento de su muerte en 2006 a los 56 años, había ganado más de 40 premios por su gestión ambiental.

Con la ilusión de encontrar novia, arrojó 2.000 botellas con mensajes de amor y lo acusaron por contaminar el medioambiente

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No sabemos si llorar por el daño al medioambiente, o llorar por este pobre hombre que su ‘gran idea’ terminó siendo todo un desaste. Resulta que Craig Sullivan quería encontrar un amor después de haber perdido a su esposa, después de años de lucha contra el cáncer.

Después de analizarlo, se le ocurrió una idea que a él le pareció increíble en el momento: arrojar 2.000 botellas de vidrio con mensajes de amor en el interior. Pero su romanticismo provocó una reacción inesperada cuando aparecieron decenas de las botellas en las costas británicas, el año pasado.

Helen Gill, quien paseaba por la playa con su novio, se encontraba entre quienes temían que las botellas dañaran la vida silvestre y se sumaran a las montañas de desechos que ya contaminaban nuestros océanos. Continuar leyendo…

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