Antes de llegar a Lisboa, en Portugal, ya sabia que quería conocer Sintra. Tenía dos días enteros en la ciudad y no me iban a alcanzar para conocerla entera, por lo que destinarle un día a cada una me pareció lo más democrático.
El pronóstico daba lluvia casi todo tiempo durante mi estadía y ya me habían dicho que en Sintra era todo al aire libre por lo que tenía que elegir bien el día, o tener suerte.
¿Cómo llegar?
Salí caminando desde el hostel hasta la Estación Rossio, cerca del casco histórico, y ahí me tome la línha Sintra. También se puede ir desde la Estación de Oriente en tren, en auto o algunos buses (aquí pueden encontrar más información sobre cómo llegar a Sintra desde Lisboa).
Otra opción es reservar una excursión de día a Sintra y hacerlo con un grupo, un guía y un bus que te lleva a todos lados.
Estación de Rossio
Sintra: ¿cómo moverse?
Sintra no es una ciudad en la cual se pueda llegar caminando a todas sus atracciones turísticas, ya que la mayoría de ellas se encuentran sobre la sierra y es un largo camino en subida.
Es por esto que hay dos líneas de bus, 434 y 435, que hacen dos circuitos con paradas en los palacios, quintas y castillos que hay en el Parque Natural Sintra-Cascáis.
A solo unos metros de la estación de tren van a ver la parada de los buses y allí mismo sacan el boleto. Un recorrido es el Circuito da Pena y otro el de Monserrate, ambos pasan por el centro histórico, pero luego difieren en su recorrido.
Yo tenía solo un día allí, incluso menos, y sabía que mi primera parada era el Palácio da Pena, por lo que tomé el 434. En el camino fui observando el centro histórico, las vistas que ofrece la ciudad y una vez que nos adentramos en el parque, su naturaleza. Al estar al pie de la sierra e inmersa en un parque natural, Sintra es una ciudad rodeada de vegetación, con hermosos colores y mucha vida.
Palácio da Pena
Su fachada decorada con adornos, colores vivos y rodeada por naturaleza es única en lo que respecta a castillos o palacios europeos. Los rojos y amarillos resaltan por todo el lugar, y se puede estar un gran rato dando vueltas por el espacio al aire libre del palacio.
Cuenta con una vista espléndida desde donde se ve el Castelo dos Mouros y a lo lejos se llega a divisar el océano.
Panorámica desde el Palácio da Pena, sobre la colina en el centro de la imagen se ve el Castelo dos Mouros
Se podría decir que cuenta con tres sectores: el parque, las afueras del palacio y el palacio por dentro. El parque cuenta con senderos y es enorme, por lo que si se cuenta con tiempo, ir a pasear por allí es una gran idea.
Las afueras del palacio, con las vistas panorámicas y con la fachada es uno de los mejores puntos del lugar, ya que además cuenta con un camino construido que da la vuelta a todo el palacio por fuera, el cual recomiendo.
Y por último, el interior del palacio: personalmente decidí ingresar y pagar la entrada, ya que si ya había ido hasta allí quería ingresar y verlo, es una recorrido corto y tiene salones y adornos muy particulares.
Salón del Palácio da Pena
Las entradas se sacan en la puerta de ingreso al predio, y se pueden comprar combinadas con otras atracciones que uno ya sepa que va a ir luego. Hay una pequeña caminata en subida hasta llegar a la puerta del palacio, que puede hacerse en bus (el precio es accesible) si no se desea subir caminando.
Recomendación: hay un pequeño bar que vende comida pero si les agarra la hora del almuerzo allí arriba, compren algo de comer en el centro de la ciudad y lo llevan hasta ahí, porque los precios son muy elevados y tampoco hay buenas cosas.
Quinta da Regaleira
Casco principal de la Quinta da Regaleira
Después de volver en bus al centro histórico de Sintra, todavía tenía un par de horas para hacer algo más, y por una recomendación de una amiga, me dirigí a la Quinta da Regaleira. Cuando se llega a la quinta caminando por la calle, ya deslumbra la construcción principal de la residencia, que se ve desde el camino ya que está en un terreno elevado.
Pozo iniciático
La atracción principal de la quinta es toda su extensión de parque y jardín, con el pozo iniciático como visita obligatoria, algunas fuentes, túneles y algunas otras construcciones que llaman la atención de todos.
El casco principal de la quinta se puede ver por dentro pero no es el plato fuerte de Regaleira, aunque se pueden pasar varios minutos observándolo por fuera. Es un paseo para realizar tranquilo, caminando, recorriendo todos los puntos de la quinta y disfrutando del espacio verde.