Túneles secretos, tumbas y jardines son los que se encuentran escondidos en la mítica Quinta da Regaleira a solo 30 kilómetros de Lisboa, en la región de Sintra, en Portugal. La antigua residencia de un estudioso pero meticuloso integrante de la alta sociedad portuguesa es, hoy en día, uno de los mejores paseos para disfrutar a las afueras de Lisboa y aquí te vamos a contar el por qué.
Por qué visitar la Quinta da Regaleira
La Quinta da Regaleira comenzó siendo un proyecto de Antonio Augusto Carvalho Monteiro en el año 1904, un millonario de herencias varias quien decidió colocar en su residencia, todos los símbolos referentes a sus creencias, ideologías y fascinaciones. Muchos fueron sus propietarios luego que el primero falleciera, pero éste fue el que le dio la mayor cantidad de objetos, lugares y sitios emblemáticos que hoy se pueden visitar.
Ingresar a la quinta, es lo más parecido a visitar una especie de parque temático, de cuentos, de leyendas y hasta algo así como un jardín encantado. Cada uno de los sectores significa algo y los rincones más recónditos, son los más especiales para visitar por su historia, escondites y hasta curiosidades que al día de hoy los turistas los siguen descubriendo.
Empezando por lo que todo el mundo deja para el final, los jardines son, en realidad, el motor que propulsa a los viajeros a visitar el lugar.
Los jardines de la Quinta da Regaleira
Al ingresar en la Quinta da Regaleira, se pueden visitar tanto los exteriores como el interior de la residencia. Al ingresar, un mapa (si es que no se visita con excursión guiada) informa acerca de los distintos sectores, con una pequeña reseña y un recorrido “pre-determinado” para que los viajeros no se pierdan de nada: de ningún símbolo ni referencia.
Nada esta hecho al azar, todo fue pensado de tal forma que cuenta la historia de la vida de su creador, su filosofía y sus creencias más importantes.
Los jardines se pueden visitar siguiendo un recorrido muy simple: el abecedario. Literalmente el mapa esta organizado de tal forma que los viajeros no se pierden de nada tan solo siguiendo el orden de las letras.
En los jardines, además de arboledas impresionantes y alguna que otra estatua perdida por el camino, se pueden ver lagos, fuentes, torres y grutas.
Pozo Iniciático
Probablemente sea la razón por la que la mayoría de los turistas han descubierto la Quinta da Regaleira: el pozo iniciático. Así como si fuese una torre invertida hacia el subsuelo, las escaleras caracol descienden 27 metros hacia el fondo de la tierra, culminando en una rosa de los vientos. El pozo iniciático tiene 9 “giros” y representa el traspaso del cielo al infierno o del infierno al cielo, dependiendo el rito que se vaya a consagrar en el lugar.
Toda la simbología fue pensada, incluso la fuente final (o el principio) que custodia la torre con dos dragones o leones-pez. El pozo, las grutas y el camino de su interior se conectan con el Palacio, como si todo fuese objetivo de un laberinto por debajo de la tierra.
Dato curioso: muchas grutas, laberintos y pasos subterráneos están iluminados con luces muy tenues en el piso; otros, sin embargo, no poseen ningún tipo de iluminación, por lo que es casi imprescindible que los turistas utilicen algún tipo de linterna, sumándole tenebrosidad a la experiencia.
Capilla de la Santísima Trinidad de la Quinta da Regaleira
La pequeña capilla es un lugar muy pintoresco ubicado en el jardín de la Quinta da Regaleira. La decoración combina a la perfección con los jardines y el palacio y, además, puede ser visitada en su interior hasta su pequeña cripta que, como si fuese un pasadizo, un túnel conecta con el palacio.
El palacio
El mítico lugar de residencia de quien fuera el creador de este “parque temático” no podía ser menor al jardín. Es por esta razón que el palacio es digno de visitar para admirar los trabajosos decorados a lo largo de las distintas habitaciones y sectores. Comenzando por la puerta principal: los salones dedicados a la caza, a los reyes, a las habitaciones de los empleados e incluso a las recámaras de los propietarios, cuentan con decoraciones simbólicas e ideológicas.
Imperdible: el ascenso a la terraza, el laboratorio alquímico, con vistas espectaculares a la sierra de Sintra.
Cómo llegar a la Quinta da Regaleira
Recorrer la Quinta da Regaleira puede llevar el tiempo que los pasajeros deseen, algunos se quedan observando los jardines y las curiosidades de la simbología, descubriendo grutas y atravesando pasadizos. La Quinta da Regaleira se encuentra a solamente 10 minutos andando desde Sintra, lo que hace que la mayoría de los viajeros descansen una noche allí y luego continúen su viaje por Portugal, la mejor opción.
La segunda gran opción es contratar una excursión de todo el día desde Lisboa y adentrarse en la historia con los conocimientos de los guías locales. Todo va a depender de la preferencia de los viajeros y del tiempo que se disponga.
Visitar la Quinta da Regaleira es un lugar para dejar volar a la imaginación, un lugar encantado y lleno de sorpresas para los turistas que la visitan. La Quinta da Regaleira, un paseo casi imperdible dentro de la visita por Portugal.