El hallazgo se produjo en la necrópolis de Qubbet el-Hawa, a unos mil kilómetros al sur de El Cairo. En total se encontraron diez momias de cocodrilo, una «sorpresa arqueológica» porque en esta zona de la orilla occidental del Nilo sus habitantes no veneraban a Sobek, el «dios cocodrilo». Además, la necropolis fue excavada por distintos equipos de arqueólogos desde hace 150 años, sin embargo, es la primera vez que se encuentra algo así.
«Es la primera vez en toda la necrópolis que se han encontrado estos animales momificados», aseguró a la agencia EFE Jiménez-Serrano, profesor de Egiptología de la Universidad de Jaén, quien mencionó que el descubrimiento «es toda una sorpresa», pues en Asuán, según lo sabido hasta ahora, no se rendía culto al dios Sobek, dios del agua y la fertilidad, a menudo representado con una cabeza de cocodrilo.
En las antiguas tumbas egipcias es corriente encontrar animales, bien como ofrendas a los difuntos (por ejemplo, aves o alguna parte de un bóvido) o bien como ofrendas a las divinidades. En el primer milenio antes de la era común, comenzó la práctica de entregar animales momificados a ciertos dioses para acercarse a ellos y ganarse su favor.
Los restos se hallaron en 2019 y se examinaron en un laboratorio de campo el año pasado. El estilo de conservación de las momias es diferente del encontrado en otros yacimientos, sobre todo porque carecen de indicios de resina o de evisceración (extracción de vísceras abdominales) del cadáver como parte del proceso de momificación.
Ninguno de los especímenes se encontraba envuelto en vendas, ya que dicho material fue devorado por las termitas. A pesar de esto, quedaron algunos restos que indican que alguna vez sí estuvieron momificados con vendas. Después de muertos fueron enterrados en arena y trasladados a la necrópolis, según hipótesis de los investigadores.
Una de las cosas más importantes del descubrimiento, señaló Jiménez-Serrano, es que posiblemente «los mataron de hambre». Además, uno de los cocodrilos, presentaba una marca en una de las patas traseras, lo que indica que estuvo atado.
«Se conocen más de 20 lugares de enterramiento con momias de cocodrilos en Egipto, pero encontrar 10 momias bien conservadas juntas en una tumba intacta es extraordinario», resume la investigadora belga Bea De Cupere en una nota de la universidad.
Fuente: Agencia EFE