Después de más de siete años cautivos en un circo en Guatemala, la pareja de leones, Tarzán y Tanya, ha experimentado la libertad en su máxima expresión. Tras una intervención de la organización ambientalista ADI, los leones fueron trasladados a un santuario en Sudáfrica, donde por primera vez en sus vidas pudieron pisar el césped y experimentar la verdadera sensación de la naturaleza.
Atrás quedaron los días en jaulas pequeñas y vacías, remplazadas ahora por enormes planicies y recintos especiales construidos para su comodidad. Tarzán y Tanya han demostrado una vez más la capacidad de adaptación y la alegría inherente a la vida animal al correr libremente y jugar con un columpio improvisado. Las cicatrices en el rostro de Tanya atestiguan su valiente defensa de su compañero, mientras que Tarzán ha demostrado ser un apoyo constante para ella.
El presidente de ADI, Jan Creamer, comparte su alegría al ver a la pareja de leones disfrutar de la vida sin restricciones y se suma al coro de voces que abogan por el respeto y cuidado hacia los animales. La historia de Tarzán y Tanya sirve como un recordatorio poderoso de la importancia de tratar a los animales con compasión y respeto, más allá de cualquier entretenimiento circense.
Esta liberación ha despertado un llamado a la conciencia sobre el tratamiento de animales en circos y ha generado un movimiento en pro de políticas que protejan a animales cautivos en todo el mundo. La impactante transformación de estos dos leones, desde su confinamiento en jaulas hasta su asombroso desenvolvimiento en un entorno natural, ha capturado la atención de miles de personas en las redes sociales, generando un debate global sobre el bienestar animal y la necesidad de erradicar prácticas inhumanas en la industria del entretenimiento.
La historia de Tarzán y Tanya también ha inspirado a otros centros de rescate y santuarios a repensar sus enfoques y proporcionar un entorno más natural y enriquecedor para animales rescatados. La pareja de leones se ha convertido en un símbolo de esperanza y resiliencia para todos aquellos que luchan por un trato más humano y justo hacia los seres vivos con los que compartimos nuestro planeta.