Antes de planear este viaje no tenía demasiada idea sobre la isla de Aruba y ahora no puedo sacármela de la cabeza y ya estoy deseando volver.
Una semana es el tiempo ideal para aprovechar todas las atracciones que tiene la “isla feliz” para ofrecer. Si te gusta tanto la playa como a mí y tenés más días de vacaciones, ni lo dudes, te vas a enamorar!
Por eso acá te cuento qué no puedes dejar de hacer en Aruba si planeas tu viaje a este destino.
Mucha gente combina Aruba con otra de las islas “ABC”: Bonaire o Curacao. Sin dudas, las de Aruba son las mejores playas que conocí en mi larga vida viajera (larga con respecto a destinos… años no tengo tantos, che!)
Playas
El gran atractivo de Aruba son sus playas paradisíacas. Mar turquesa y arena blanca: como las de revista, ¡o mejores! Estoy en condiciones de afirmar que son las mejores playas que vi en mi vida… ¡qué ganas de volver!
Mis preferidas son Baby Beach, Arashi, Eagle Beach y Palm Beach.
Deportes acuáticos
En Aruba cumplí un sueño tras otro: anduve por primera vez en mi vida en Jet Ski en Eagle Beach y me alucinó la experiencia.
Si te gustan los deportes acuáticos Aruba te va a encantar: hay opciones para todos los gustos: kayak, jet ski, paddle surf, buceo, snorkel y muchísimas más opciones.
Tours
Otra gran imperdible de Aruba es disfrutar de un paseo en barco. Subir a bordo de un velero con barra libre, música y diversión asegurada, para ver el atardecer o bien un tour durante la mañana para hacer snorkel y conocer la vida marina. ¿Se puede pedir algo más?
No todo es playa
Oranjestad, el centro y capital de Aruba, es una mezcla entre “lo nuevo y lo viejo”, brindando un encanto especial. Me fascinó la arquitectura y los colores pasteles de sus edificios. No te pierdas el AruTram para recorrer Oranjestad!
¡No podemos dejar de lado la aventura! Subirse al jeep y hacer un safari por el norte de la isla es una actividad excelente para conocer la historia y la naturaleza en su máxima expresión.
Soy fan de los graffitis por lo tanto el barrio de San Nicolás fue uno de mis preferidos. Hay que caminar y recorrer sus callecitas para dejarse sorprender con los excelentes murales. ¡No te podes ir sin almorzar en Charlie’s Bar!
Las vistas desde la zona del Faro California son espectaculares y aún mejores desde el Restaurante El Faro Blanco, donde comimos una pasta italiana exquisita. Uno de los mejores platos que disfruté en Aruba.
Otra de las actividades que no te puedes perder es una visita a la Granja de Mariposas, un encuentro especial con la naturaleza en todo su esplendor ¡Vale la pena! Es una gran oportunidad para dejar descansar la piel de tanto sol en la playa y vivir una experiencia diferente.
El broche de oro para todo viaje a Aruba es cenar en Flying Fishbone. No es sólo ir a un restaurante a comer, es toda una experiencia y el mejor lugar para vivir un atardecer romántico en un entorno inolvidable. Hay que dejar unos cuantos dólares, pero lo vale.
Si ya te convencí y sabés que Aruba será tu próximo destino, no te pierdas la guía completa con mejores zonas para alojarte en Aruba aquí.
