El enigmático artista callejero Banksy ha desatado nuevamente su impacto en Londres con una obra cargada de protesta contra la guerra que, en menos de una hora, desapareció del panorama artístico. Su pieza, una señal de tráfico de «alto» transformada con aviones de guerra en 3D, encontró su destino en Peckham, al sur de la ciudad, antes de ser retirada por dos misteriosos individuos.
Se especula que esta obra estaba conectada con el conflicto en Israel y Palestina, mostrando así el compromiso constante de Banksy con problemáticas globales. Esta no es la primera incursión del artista en la temática de la guerra; recordemos su arte en Gaza en 2015, donde agregó sus grafitis a los escombros de concreto, provocando una reflexión profunda sobre la situación en la región.
Banksy, conocido por su postura comprometida, ha mantenido su presencia en el escenario internacional, llegando incluso a crear siete murales en Ucrania, zonas afectadas por la invasión rusa, el año pasado.
A pesar del efímero tiempo que permanecen sus obras en las calles, el mensaje persiste, incitando a la reflexión sobre las guerras, las fronteras y el sufrimiento humano. Este robo fugaz, aunque frustrante para los espectadores, es parte de la intriga constante que rodea al enigmático artista y su incansable lucha por la conciencia social a través del arte.