Se creó un simulador de Marte en donde los astronautas pasarán más de un año

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La NASA continúa trabajando arduamente para permitir que los seres humanos viajen de manera frecuente tanto a Marte como a la Luna, al tiempo que siguen desvelando los misterios ocultos en nuestro satélite y el Planeta Rojo. Uno de los principales objetivos de esta destacada agencia espacial es la conquista de Marte, razón por la cual ha sometido a un grupo de astronautas a una simulación de un año de duración. Estos seleccionados deberán vivir confinados en un espacio que replicará las condiciones de vida que experimentarían en Marte, garantizando así que la agencia esté debidamente preparada para emprender viajes interplanetarios.

A pesar de que pueda parecer inminente, la realidad es que la NASA no tiene previsto viajar a Marte hasta finales de la década de 2030 o principios de la de 2040. Antes de convertir esta ambiciosa misión en realidad, deben superar una serie considerable de pruebas y desafíos. El proceso para alcanzar tal objetivo es complejo y requiere un riguroso esfuerzo científico y tecnológico para asegurar el éxito de esta emocionante empresa.

Algunos de estos desafíos están relacionados estrictamente con la tecnología, lo que significa que no solo se debe tener en cuenta el factor humano, sino que también hay un componente científico crucial para asegurar la seguridad y el bienestar de la tripulación. El éxito de la misión a Marte dependerá de cómo se aborden y superen estos retos tecnológicos y científicos para garantizar una expedición exitosa y segura hacia ese fascinante planeta.

Los astronautas que sean seleccionados para viajar a Marte se enfrentarán a una serie de desafíos, que incluyen gélidas temperaturas que oscilan entre los -46 y los -87 grados, limitado contacto social, largas esperas en la comunicación con la Tierra, escasez de recursos y un paisaje inóspito, entre otros.

Para evaluar cómo los futuros tripulantes se desenvolverían en estas condiciones, se ha decidido someter a un grupo selecto de voluntarios a un año de encierro en un simulador del Planeta Rojo. Todos los participantes se sometieron previamente a rigurosas pruebas médicas y psicológicas para garantizar que estén capacitados para sobrevivir en este exigente hábitat. Esta iniciativa permitirá a la NASA y otros organismos espaciales obtener información crucial sobre la viabilidad de una misión tripulada a Marte y cómo preparar adecuadamente a los astronautas para los desafíos únicos que enfrentarán en ese lejano mundo.

El hábitat que reproduce la vida en Marte lleva por nombre «Mars Dune Alpha» y ya ha seleccionado a sus cuatro integrantes. Estos son la investigadora médica Kelly Haston, el ingeniero de vuelo y administrador de obras públicas Ross Brockwell, el médico especialista en emergencias Nathan Jones y la enfermera y oficial científica Alyssa Shannon. Cada uno de ellos aportará sus habilidades y conocimientos únicos para enfrentar los desafíos de esta simulación en preparación para futuras misiones espaciales.

El simulador «Mars Dune Alpha» tiene una característica única, ya que ha sido impreso en 3D, siguiendo la misma visión que se tiene para los futuros asentamientos en Marte. La idea detrás de este enfoque es evitar tener que transportar grandes cantidades de materiales desde la Tierra hasta Marte, lo que representa un importante avance en el viaje espacial, al eliminar la necesidad de cargar toneladas de pesado equipamiento para montar la base en el planeta rojo.

Para la impresión de este hábitat, se ha empleado un compuesto de hormigón semilíquido llamado «Lavacrate», el cual ofrece durabilidad, fortaleza y un excelente aislamiento contra las gélidas temperaturas. El proceso de impresión de esta base ha sido meticuloso y ha requerido varios meses de trabajo, ya que su superficie abarca 157 metros cuadrados. Esta tecnología representa un paso significativo hacia la viabilidad de establecer asentamientos humanos en Marte de manera eficiente y sostenible en el futuro.

Actualmente, este experimento es una realidad, y los cuatro seleccionados están viviendo en el simulador de Marte, donde enfrentarán diversos desafíos. Similar a un programa tipo «Gran Hermano», el sistema ha sido diseñado para simular fallos en el equipo, limitación de recursos e incluso desastres ambientales, sin previo aviso a los voluntarios.

Estas situaciones extremas serán el verdadero desafío para evaluar la capacidad del ser humano para viajar a Marte y, sobre todo, para hacer frente a circunstancias adversas. Grace Douglas, investigadora principal del proyecto, afirma: «La simulación nos permitirá recopilar datos sobre el rendimiento físico y cognitivo, brindándonos información sobre los posibles impactos de las misiones de larga duración a Marte en la salud y el rendimiento de la tripulación».

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