Las autoridades de Sudáfrica celebraron la valentía de un piloto quien, hace tan solo unos días, logró aterrizar un avión en la ciudad de Welkom, a medio camino de la trayectoria del vuelo y entre las localidades sudafricanas de Bloemfontein y Pretoria, después de sentir que una venenosa cobra se deslizaba sobre su cuerpo en pleno vuelo.
El piloto Rudolf Erasmus le dijo a CNN que volaba un avión pequeño este lunes con cuatro colegas a bordo cuando sintió una “sensación fría… debajo de la camisa en el área de la cadera”. Creyó que se trataba de algún objeto inofensivo pero al identificar al animal debió tomar una drástica decisión: “Cuando giré a mi izquierda y miré hacia abajo, vi la cabeza de la serpiente retroceder debajo de mi asiento”.
Antes de despegar para la primera parte de un viaje con varias escalas, Erasmus dijo que había escuchado a algunas personas en el aeropuerto «que vieron esta cobra que buscaba refugio debajo del ala del avión y que sospechaban que se había metido en la cubierta del motor”. Al estar en conocimiento de aquello, el piloto realizó una búsqueda en el interior del avión sin éxito, por lo que asumieron «que la serpiente había salido y seguido su alegre camino”.
“Al principio, pensé que mi botella de agua estaba goteando”, relató Erasmus. Minutos más tarde, el piloto debió decirle a los pasajeros e informó a los controladores de tráfico aéreo que tenía «una pequeña situación» y aterrizó el avión en una zona cercana. Las cinco personas que estaban a bordo salieron ilesas y la serpiente fue hallada debajo del asiento del piloto «en un bonito y pequeño bulto», dijo Erasmus.
Según precisó la Autoridad de Aviación Civil de Sudáfrica, la serpiente era una gran cobra del Cabo. También conocida como «Naja Nivea», la cobra del Cabo es un reptil, del orden Squamata y la familia de los elápidos, propio de las regiones australes del continente africano. El ejemplar dispone de un veneno mortal que requiere un tratamiento inmediato.
