A casi más de una semana del fatídico terremoto en Turquía y Siria que, a día de hoy, registra más 43,800 muertos, 114,900 personas heridas y daños incalculables en materia de inmuebles, las autoridades turcas han anunciado durante este viernes que llevarán a cabo tareas de reconstrucción en los principales edificios que han recibido mayores daños y destrozos en su infraestructura.
Esta etapa de obras para mejorar el estado de las construcciones tras el sismo de magnitud 7.8 ocurrido el pasado 6 de febrero dará comienzo en marzo: a partir de ese mes, se prevé llevar a cabo la reconstrucción de unos 84.000 edificios destrozados. En rueda de prensa en la ciudad de Adana, el ministro de Urbanismo, Murat Kurum, explicó que han sido inspeccionados un total de 684.000 edificios en las once provincias afectadas.
Según ha trascendido, los expertos de la entidad a cargo han identificado más de 84.000 construcciones que están derrumbadas o tan gravemente dañadas que deben demolerse de forma urgente. De acuerdo a lo indicado por el ministro Kurum, esta cifra equivale a unas 333.000 unidades independientes, es decir viviendas u oficinas.
El ministro Kurum informó que la reconstrucción se hará por licitación simultánea en las 11 provincias, después de realizarse estudios geofísicos para determinar el emplazamiento más seguro para los nuevos edificios. A su vez, dejó entrever así que algunas de las ciudades o pueblos gravemente afectados por estar situados muy cerca o encima de la falla geológica de Anatolia oriental podrían reubicarse en zonas más seguras, una opción evocada también por otros responsables gubernamentales en los días pasados.
No menos importante, Kurum reiteró también su llamada a los ciudadanos para que no entren en los edificios gravemente dañados para recuperar enseres o pertenencias personales, mientras las autoridades locales no hayan certificado que pueda hacerse sin peligro. Cabe recordar que diez provincias afectadas por los dos terremotos, de 7,7 y 7,6 grados de magnitud, fueron declaradas zona de desastre el 8 de febrero y puestas bajo el estado de emergencia.