Un vuelo de United Airlines con destino a Washington se vio obligado a realizar un aterrizaje de emergencia en Lagos, Nigeria, dejando un saldo de 38 personas heridas, entre ellas seis en estado grave. El incidente ocurrió en la madrugada del viernes y está siendo investigado por la Autoridad de Aviación Civil de Nigeria (NCAA).
El avión, un Boeing 787-800, despegó del Aeropuerto Internacional Murtala Muhammed de Lagos poco antes de la medianoche del jueves, pero enfrentó problemas inesperados sobre el espacio aéreo de Costa de Marfil, lo que obligó al piloto a regresar. La aeronave aterrizó de manera segura a las 03:22 hora local con 245 pasajeros y 11 miembros de la tripulación a bordo.

De acuerdo con el comunicado de la NCAA, cuatro pasajeros y dos tripulantes sufrieron heridas graves, mientras que otros 32 presentaron lesiones leves. Imágenes difundidas en redes sociales muestran el caos dentro de la cabina: bandejas, alimentos y pertenencias personales esparcidas por los pasillos.
A pesar del pánico a bordo, la portavoz de United Airlines, Leslie Scott, aseguró que el avión no sufrió daños importantes. Además, descartó que el incidente estuviera relacionado con turbulencias severas y afirmó que la aerolínea está colaborando con las autoridades para determinar las causas exactas.
El director de Asuntos Públicos de la NCAA, Michael Achimugu, indicó que ya se cuenta con los datos de vuelo para el análisis técnico. “Estamos comprometidos a esclarecer lo sucedido para garantizar la seguridad de futuros vuelos”, señaló.

Este aterrizaje de emergencia pone nuevamente en debate los efectos de los cambios climáticos en los viajes aéreos, ya que la inestabilidad atmosférica ha incrementado la frecuencia y severidad de turbulencias en los últimos años, según expertos. Aunque la investigación está en curso, el incidente deja una marca de preocupación tanto en pasajeros como en la industria aérea.