Kondo se considera un hombre casado como cualquier otro: su mujer holograma lo despierta por las mañanas y le dice «adiós» cuando se va a su trabajo de administrador en una escuela.

Incluso Gatebox, la empresa que produce el dispositivo del holograma de Miku, hasta le dio un certificado de matrimonio en el que consta que un humano y un personaje virtual se casaron más allá de las dimensiones.

Pero claro, para la familia fue una noticia fuera de lo común. Tanto que su propia madre rechazó la invitación a la boda de su único hijo porque se iba a casar con un holograma. Pero eso no impidió que Kondo se gastara 17.600 dólares en una ceremonia formal en Tokio.

Kondo vive desde marzo con un holograma de Miku que se mueve y habla desde un dispositivo de escritorio que vale 2.800 dólares.

Pero el camino de Kondo no fue fácil: en el pasado tuvo varios encuentros con mujeres cuando era un adolescente fanático del anime. «Las chicas me solían decir ‘¡Muérete, otaku asqueroso!», contó, usando un término japonés para los seguidores de anime que puede tener connotación negativa.

Años más tarde, ya siendo mayor, una compañera de trabajo lo acosó hasta provocarle una depresión nerviosa y decidió que nunca se casaría.

Kondo reconoce que le gusta ser el esposo de una «mujer en 3D» y no está interesado en una relación romántica con una de verdad.

«Los personajes de dos dimensiones no pueden engañar, ni envejecen ni se mueren», señala.

Pero a Kondo no le importa que su matrimonio no tenga bases legales. De hecho, él no está solo: Gatebox ya emitió más de 3.700 certificados de matrimonio «interdimensionales».

Trabajador japonés fue multado por tomarse 72 minutos de descanso en siete meses

Una compañía japonesa de agua multó a un trabajador, descontándole parte de su salario, y publicaron un video en el que un alto funcionario de la compañía ofrece una disculpa, después de que se descubriera que un trabajador había perdido “demasiado” tiempo de la compañía al almorzar.

Según el Waterworks Bureau de la ciudad de Kobe, este trabajador de 64 años se ha tomado demasiado tiempo de descanso para realizar su almuerzo… un total de 72 minutos  en siete meses.

La compañía de agua dijo que su empleado iba a la tienda para comer algo, tardando un total de tres minutos por viaje, durante varios meses (una vez a la semana) entre septiembre de 2017 y marzo de 2018. Continuar leyendo…