Una pareja fue obligada a viajar durante cuatro horas junto al cuerpo de una mujer fallecida en el vuelo

Portadas Mexi
Redactor
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El reciente incidente en un vuelo de Qatar Airways, donde una pareja australiana se vio obligada a viajar durante cuatro horas junto al cuerpo de una pasajera fallecida, ha generado un intenso debate sobre los protocolos que las aerolíneas implementan en situaciones tan delicadas. Este artículo profundiza en los detalles del suceso, los procedimientos estándar en casos de fallecimiento a bordo y las implicaciones emocionales para los pasajeros involucrados.

Una Experiencia Traumática en Pleno Vuelo

Mitchell Ring y Jennifer Colin, una pareja australiana, abordaron un vuelo de Qatar Airways desde Melbourne con destino a Doha, en ruta hacia unas esperadas vacaciones en Italia. Sin embargo, su viaje tomó un giro inesperado cuando una pasajera colapsó cerca de sus asientos tras salir del baño. A pesar de los esfuerzos inmediatos de la tripulación por reanimarla, la mujer lamentablemente falleció. Debido a las limitaciones de espacio y la imposibilidad de trasladar el cuerpo a otra sección del avión, la tripulación decidió colocar el cuerpo en un asiento vacío junto a Mitchell. Jennifer, visiblemente afectada, fue reubicada en una fila trasera gracias a la cortesía de otro pasajero. La pareja describió la experiencia como «desgarradora» y «perturbadora», y expresaron su descontento por la falta de apoyo y comunicación por parte de la aerolínea tras el incidente.

Protocolos Establecidos ante un Fallecimiento en Pleno Vuelo

Aunque los incidentes de este tipo son poco frecuentes, las aerolíneas cuentan con procedimientos específicos para manejarlos:

  1. Evaluación Médica Inmediata: Ante una emergencia médica, la tripulación solicita la asistencia de profesionales de la salud que puedan estar a bordo. Si un médico certifica el fallecimiento, se procede según los protocolos establecidos.
  2. Comunicación con Servicios Médicos en Tierra: En ausencia de personal médico a bordo, las aerolíneas suelen contar con servicios de telemedicina que ofrecen asesoramiento en tiempo real a la tripulación para manejar la situación adecuadamente.
  3. Decisiones sobre el Desvío del Vuelo: El piloto, en consulta con los servicios médicos y el centro de operaciones de la aerolínea, determina si es necesario desviar el vuelo para un aterrizaje de emergencia o continuar hasta el destino previsto. Esta decisión se basa en múltiples factores, incluyendo la seguridad y comodidad de los demás pasajeros.
  4. Manejo del Cuerpo: Si el fallecimiento es confirmado, y dependiendo de la configuración del avión y la duración restante del vuelo, la tripulación puede optar por:
    • Reubicar el Cuerpo: Mover el cuerpo a una fila con asientos vacíos, preferiblemente en una sección menos concurrida de la aeronave.
    • Permanencia en el Asiento Original: Si no es posible reubicar al fallecido, se le asegura en su asiento original, cubriéndolo discretamente con una manta para mantener la dignidad y minimizar el impacto visual en otros pasajeros.

Consideraciones Legales y Normativas Internacionales

El manejo de un fallecimiento a bordo también está sujeto a regulaciones internacionales:

  • Convenio de Tokio de 1963: Este tratado internacional otorga al comandante de la aeronave autoridad para tomar decisiones necesarias para garantizar la seguridad y el orden a bordo, incluyendo la gestión de emergencias médicas y fallecimientos.
  • Protocolo de Montreal de 2014: Actualiza el Convenio de Tokio, abordando, entre otros temas, la jurisdicción y las responsabilidades en incidentes aéreos, incluyendo aquellos relacionados con pasajeros indisciplinados o situaciones de emergencia.

Testimonios desde la Cabina: Perspectivas de la Tripulación

Profesionales de la aviación han compartido sus experiencias y procedimientos en casos de fallecimientos a bordo:

  • Sheena Marie, Azafata: Explica que, en caso de que un pasajero fallezca y no sea posible iniciar la reanimación, el cuerpo se mantiene en su asiento hasta llegar al destino final. Se busca manejar la situación con la mayor discreción posible para no alarmar al resto de los pasajeros.
  • Annette Long, Auxiliar de Vuelo con 13 Años de Experiencia: Señala que, aunque es una situación poco común, la tripulación está entrenada para manejarla. Si no hay asientos vacíos disponibles, el cuerpo permanece en su asiento original, asegurado y cubierto, hasta que el avión aterrice y las autoridades competentes se hagan cargo.

Desafíos y Realidades Operativas

Manejar un fallecimiento en pleno vuelo presenta desafíos únicos:

  • Limitaciones de Espacio: La configuración de los aviones comerciales no siempre permite áreas designadas para situaciones de este tipo, lo que puede complicar la reubicación del cuerpo.
  • Impacto en Pasajeros y Tripulación: Presenciar o estar cerca de un fallecimiento puede ser traumático. Las aerolíneas deben equilibrar la necesidad de discreción con el deber de informar y apoyar a los pasajeros afectados.
  • Procedimientos Post-Vuelo: Al aterrizar, es esencial coordinar con las autoridades locales para el manejo adecuado del cuerpo y brindar asistencia a los familiares y pasajeros impactados por el incidente.

Reflexiones Finales

Aunque la posibilidad de enfrentar un fallecimiento a bordo es remota, las aerolíneas y sus tripulaciones están preparadas con protocolos claros para manejar estas situaciones con dignidad y respeto. La comunicación efectiva, la discreción y el apoyo tanto a la familia del fallecido como al resto de los pasajeros son fundamentales para abordar estos delicados eventos en el entorno confinado de una aeronave.

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