El turismo de masas está causando estragos en cada vez más destinos del mundo: problemas ambientales, molestias con los locales, actitudes inadecuadas de los turistas, suba de precios y modificaciones urbanas, y en muchos casos revertir todo esto no es nada sencillo.
Las medidas económicas (impuestos, tasas, entradas) son una manera de palear rápidamente la sobrecarga de visitantes en algunos sitios, y Venecia (una ciudad que desde años sufre un exceso de turismo) aparentemente la adoptaría a mediados de 2019.
La ciudad del norte de Italia planea cobrar un impuesto de entre 2,5 y 10 euros según la temporada, para limitar el turismo de masas que la asfixia.
La medida introducida en la ley de finanzas italiana, aprobada el fin de semana pasado, prevé que a partir de julio Venecia pueda «adoptar en sus propias medidas presupuestarias (…) una contribución de desembarco» como la que existe ya en las Islas Eolias o en Lampedusa (Sicilia). Y se suma a una serie de normas que Venecia fue analizando (y, en algunos casos, incorporando) como el intento de prohibir que los turistas se sienten en escalinatas, o la instalación de molinetes para controlar el ingreso de visitantes.
Apodada por algunos «tasa de desembarco», esta contribución se aplicará a todos los visitantes, pasen o no la noche en la Serenísima, es decir unos 30 millones de personas cada año
Estaría dirigida principalmente a los turistas de un día (o excursionistas) que no pagan el impuesto de estancia, por día y por persona, en los hoteles o a los propietarios de los alojamientos de alquiler.
Entre ellos figuran sobre todo los pasajeros de los casi 600 cruceros gigantes que hacen escala cada año en la ciudad de los canales. Para las compañías aéreas o rentadoras de autos podrían repercutir también ese impuesto en sus billetes.
«Estudiaremos una reglamentación equilibrada y compartida que preserve a todos los que estudian y trabajan en nuestro territorio», declaró en Twitter el alcalde de Venecia, Luigi Brugnaro, de centroderecha.
Según las primeras estimaciones municipales, el impuesto podría aportar a Venecia hasta 50 millones de euros anuales.
«El costo de limpieza del centro histórico y de seguridad son especiales y ha sido sostenido durante años por los venecianos», subrayó Brugnaro, citado este lunes por el diario La Repubblica. «Gracias a todos los que a partir de ahora nos ayudarán a mantener Venecia limpia, permitiendo a los venecianos vivir de una manera más apropiada», agregó.
AFP
