En una tarde marcada por la tragedia y la valentía, un niño de 12 años desafió las turbulentas aguas de la playa de Rojas, en Tenerife, mientras los servicios de emergencia se movilizaban para rescatarlo. Sin embargo, la incertidumbre y la angustia persisten mientras continúa la búsqueda de un adulto desaparecido, arrastrado por las implacables olas.
El Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes, 112), recibió una alerta alrededor de las 16:45 horas del sábado: dos personas habían caído al mar. El menor luchaba por sobrevivir, mientras el adulto, golpeado por las rocas, se sumía en el agua. Una operación de rescate sin precedentes se puso en marcha con la participación del Grupo de Emergencias y Salvamento del Gobierno de Canarias (GES), Bomberos de Tenerife, Salvamento Marítimo, Policía Local, Guardia Civil y Servicio de Urgencias Canario (SUC).
Las imágenes del dramático rescate muestran la determinación y el heroísmo en medio del caos. El helicóptero del GES localizó al niño, lo rescató y lo trasladó a tierra firme, donde esperaban ambulancias del SUC para brindar atención médica. Sin embargo, el menor presentaba signos de hipotermia y erosiones moderadas, mientras que una mujer, víctima de la angustia, también recibió atención médica.
Mientras tanto, el equipo de rescate enfrentaba desafíos titánicos. El fuerte oleaje y el mal estado del mar frustraron los esfuerzos por localizar al adulto desaparecido, quien se perdió en una de las cuevas cercanas. A pesar de la inclemencia del tiempo, el SUC desplegó un grupo de psicólogos de emergencias para apoyar a las familias afectadas.
La noche cayó, pero la búsqueda no cesó. La Guardia Civil mantuvo una presencia vigilante, mientras el helicóptero de Salvamento Marítimo y una embarcación especializada continuaban la búsqueda infructuosa. La mañana del domingo trajo consigo una renovada esperanza, con la Policía Local, la Guardia Civil y Salvamento Marítimo intensificando sus esfuerzos para encontrar al hombre desaparecido.
En el corazón de esta tragedia, la comunidad de Tenerife se une en solidaridad y esperanza. La lucha contra las olas de Playa de Rojas es un recordatorio sobrecogedor de la fragilidad y la resiliencia del espíritu humano frente a la furia de la naturaleza.
