El edificio, bautizado como SAWA, se empezará a construir esta primavera europea en Rotterdam, la provincia neerlandesa de Holanda Meridional y se ubicará precisamente en el barrio marítimo de Lloydkwartier.
Según han indicado desde su sitio web, el estudio a cargo del diseño del edificio se ha basado en el principio de construcción abierta: la estructura de soporte principal consta de pisos, vigas y columnas. D esta manera, todas las casas en SAWA contarán con mucha luz natural, amplios espacios al aire libre y vistas al agua, al Lloydkwartier y/o a la ciudad.
Se trata de un bloque residencial de unos 50 metros que estará hecho de madera y con el objetivo de reducir CO2, mejorar la biodiversidad y crear un edificio circular con viviendas asequibles para una comunidad inclusiva. Con fachadas verdes y terrazas con jardineras perennes, la propuesta de SAWA aspira a estimular la biodiversidad en la ciudad, creando un entorno de vida saludable y respetuoso con el medio ambiente.
Esta iniciativa tiene sus bases en algo a lo que los creadores de este concepto arquitectónico llaman «vida inclusiva de la naturaleza«. En SAWA, los inquilinos podrán vivir en medio de la vegetación durante todo el año:
«Lo especial de SAWA es que es un edificio de madera. Construir en madera es la forma más sostenible de construir. La madera no emite CO 2 sino que lo almacena. La madera es fácilmente reutilizable. Además, la madera proporciona un clima interior saludable y agradable. Además, la madera es simplemente hermosa.«
Sawa
En efecto, al estar 100% promovida la utilización de madera contralaminada, el uso de hormigón se reduce al mínimo. Según han detallado, esta madera proviene de árboles de bosques de producción sostenible (e incluso por cada árbol que se tala, se vuelven a plantar tres).
En cuanto a los demás materiales utilizados y prescindibles para la construcción de este edificio, serán, en la medida de lo posible, de base biológica y cuentan con un pasaporte de trazabilidad. Como ser, el funcionamiento de la edificación estará garantizado mediante el uso de paneles fotovoltaicos en los techos en combinación con “energía solar remota”, calefacción urbana sostenible y otras medidas sostenibles, ha logrado un EPC de 0.
Serán sus paneles solares del techo los que alimentarán el ascensor, la iluminación de las galerías y los puntos de suministros tanto para coches como bicicletas eléctricas. Así, SAWA se convertirá en el primer edificio residencial de madera más alto de Rotterdam y en el más saludable de los Países Bajos.
