El turismo negro o el tanatoturismo atrae a miles y miles de personas a los más insólitos destinos y Latinoamérica no es la excepción. Aunque seas de los escépticos y pienses que los fantasmas no existen, te recomendamos este recorrido por los lugares con mayor actividad paranormal, para que saques tus propias conclusiones.
Argentina: Hotel Viena
El Hotel Viena se ubica al noreste de Córdoba, cerca de la laguna de Mar Chiquita. Se trata de una construcción abandonada, con paredes despintadas y afectadas por la humedad. Es conocido por ser el lugar con mayor actividad paranormal de Sudamérica.
Los dueños originales del lugar fueron la familia Palhke quienes llegaron a la localidad cordobesa de Miramar atraídos por las propiedades curativas que prometía el lugar. El hotel se construyó en etapas, entre 1940 y 1945. En total, tenía 84 habitaciones.
El ala principal contaba con pisos de granito, paredes recubiertas de mármol de Carrara importado de Italia y salones iluminados por arañas de bronce con estalactitas de cristal. Era el único lugar del hotel que poseía aire acondicionado central y calefacción.
En planta baja tenía una sucursal bancaria, central telefónica, peluquería y sucursal de correo.
Pero una inundación en 1978 que sufrió el pueblo afectó al lugar de tal manera que en los ’80 tuvo que cerrar sus puertas.
Hoy es un museo, al que se ingresa por una puerta pequeña que está sobre tres escalones y que tranquilamente podría haber sido de servicio.
El salón comedor, destinado a la clase media, hoy es una recepción. Al final están los ascensores, los mismos que usaban los huéspedes, pero sin funcionar. Las camas, los colchones y los percheros que se exhiben en las habitaciones son los originales. El paso del tiempo impactó de manera tétrica a estos objetos. La arquitectura y la decoración son simples, y se asemejan a las de un hospital.
Sin embargo, aunque la guía del lugar, Patricia Zapata, no quiera darle mucho énfasis, el lugar es reconocido por ser uno de los más embrujados de Sudamérica.
Si bien todo el edificio parece presentar actividad, las habitaciones 106 y 110 del segundo piso es donde se perciben más energías extrañas. Allí la guía directamente no va.
«No hay que hablar ligeramente esas cosas, te persiguen a tu casa. Yo tuve actividad en mi casa y tuve que llevar gente para que los saquen. Es muy feo»
Patricia Zapata, Guía del Hotel Viena
En julio de 2009, integrantes del programa Ghost Hunters International de Estados Unidos, llegaron a Miramar para analizar la presencia de actividad paranormal.
Entre algunas cosas que detectaron fueron golpes reiterados en el ala de la clase media, que provenían de los pasillos del primer piso, en el comedor del sector de la alta sociedad vieron una sombra moverse rápidamente lo cual no pudieron registrar porque todas sus cámaras se quedaron sin batería repentinamente. Pero lo más impresionante fue la imagen de una forma muy parecida a la de una persona sentada en una cama mirando hacia la ventana en la habitación 106. Sin dudas, estos investigadores confirmaron que el lugar presenta mucha actividad.
La propiedad hoy está en manos de la Municipalidad de Miramar, concesionada a la Asociación civil Amigos del Gran Hotel Viena en litigio con Máximo Pahlke, nieto del fundador.
Colombia: Hotel del Salto
Esta edificación fue construida como mansión, en 1923 por el arquitecto Carlos Arturo Tapia. Representaba la opulencia y el buen vivir de la aristocracia de la sociedad en la zona durante los años 20. Se la conocía como la mansión del Salto de Tequemada con una gran influencia de la arquitectura francesa de ese siglo. Una de las peculiaridades es que dicha mansión fue construido al borde del acantilado, el cual debido a esto, posee una vista hermosa y privilegiada.
Posteriormente, en 1950 se decidió reconstruir el edificio para transformarlo en un hotel pero estas obras nunca empezaron. Más adelante, funcionó como un terminal de ferrocarril, luego en un restaurante. Pero en 1990 el hotel fue abandonado. Algunas personas dicen que fue por la contaminación del río y otras porque el hotel está embrujado. Este abandono se extendió por décadas.
El Instituto de Ciencias de la Universidad Nacional de Colombia y la Fundación Granja Ecológica el Porvenor, se hiceron cargo de la edificación y lo renovaron para trasformarlo en la actual Casa Museo de Tequemandama.
El 23 de Agosto de 2012 fue reabierto al público como Casa Museo, con su principal exposición “Cavernas”, esta Casa Museo (antes Hotel) se encuentra solo a 5 Kilómetros de Bogotá, se alza junto al Salto del Tequendama, un paraje por el que por más de 15 años varias asociaciones han trabajado para su recuperación, el Salto de Tequendama fue un sitio sagrado para los aborígenes Muiscas y la mansión un destino obligado de la alta sociedad de Bogotá en los años 20.
Uno de los “atractivos” de estas instalaciones son las muchas historias de fantasmas que se han creado alrededor de esta mansión, fundamentados especialmente por la cantidad de suicidios ocurrido en sus medios.
La leyenda cuenta que muchas personas eligieron el acantilado del Hotel del Salto para acabar con sus vidas, saltando al vacío. Existen cientos de historias de fantasmas y almas en pena que muchos turistas y viajeros afirman haber visto, se cree que por la tendencia de las personas a suicidarse en aquel lugar.
Los cuidadores del antiguo hotel dicen que es normal presenciar eventos sobrenaturales en este lugar, ellos relatan que escuchan gritos a menudo, sombras y ven movimientos extraños; y que las personas que visitan el lugar por primera vez sienten una atmósfera muy pesada.
Hoy el museo está completamente restaurado y ofrece diversas actividades como visitas guiadas y exposiciones.
Se puede visitar virtualmente el museo:
http://www.casamuseotequendama.org/recorrido-virtual.html
México: Isla de las muñecas
La Isla de las Muñecas en México es otro de los lugares que es visitado recurrentemente por especialistas en lo paranormal. Tiene una historia, casi una leyenda, que explica el por qué la isla está repleta de múltiples muñecas de todo tipo.
Según se cuenta, en la isla vivía Julián Santana Barrera, siendo su único habitante por más de 25 años. El mismo, quien murió en el año 2001 en circunstancias extrañas, relató que una vez sintió un llanto y un pedido de auxilio. Al correr al agua, vio como una niña, se ahogaba al enredarse con unos lirios de la orilla y pese a sus intentos de salvarla, nada pudo hacer por la misma.
Pasado el tiempo, en el mismo lugar donde la niña se ahogó apareció una muñeca. Pero no fue la única. Sucesivamente empezaron a aparecer más y más. Julián las empezó a distribuir por la isla ya que decía que lo protegían contra el fantasma de la niña.
Se dice que el fantasma de la niña se aparecía en los sueños de Santana, al mismo tiempo, que comenzó a escuchar gritos y llantos en los alrededores de la isla, supuestamente producidos por la niña, quien buscaba atormentarlo. Es por esto que colgó las muñecas como si fuesen amuletos de protección.
A raíz de aquello, comenzó a encontrarse cada vez más muñecas abandonadas en los canales, las cual decidió colgar. Así, paso de unas pocas a más de 1500. Las muñecas abandonadas poseen un aspecto tan lúgubre al ser abandonadas, ya que a algunas les faltan ojos, o directamente no los tienen, otras están podridas y a otras les faltan miembros de su cuerpo.
Al respecto de la muerte de Julian, él falleció en el año 2001 de un infarto justo en el mismo lugar donde él declaró que había visto a la niña ahogarse.
Tras su muerte, el sobrino de don Julián, fue el siguiente habitante de la isla y mantuvo la tradición de su tío de recolectar muñecas.
Desde entonces, la isla creció notablemente en número de muñecas, visitantes, leyendas y mitos urbanos. Como aquella que supone que fueron las propias muñecas las que mataron al dueño de la isla.
Son muchos los tours que se organizan para conocer el lugar. Algunos deciden ir de noche y otros durante el día para poder tener una experiencia en la isla.
Perú: Cementerio de Chauchilla
Chauchilla fue uno de tantos cementerios de las culturas preincaicas, que fue saqueado por los profanadores de tumbas (huaqueros), que robaban todos los tesoros cerámicos, metálicos y algunos textiles, que acompañaban a los difuntos, dejando al capricho del desierto las momias.
Hasta 1997, que el Instituto Nacional de Cultura (INC) de Perú, se hizo cargo protegiéndolo y convirtiéndolo en un sitio arqueológico oficial.
Si bien existen construcciones funerarias en Chauchilla, lo más significativo del lugar son las llamadas momias. Sobre estas podemos decir que en su mayoría se encuentran en muy buen estado de conservación y que su momificación se debió a un evento natural ayudado del tipo de terreno de la zona. Entre los restos momificados se encuentran también aquellos que fueran de infantes, mismos que para garantizar su conservación han sido trasladadas hasta el museo del sitio. Respecto a la permanencia de las momias en la necrópolis, este resulta parte de o él atractivo principal del recinto, ya que es el único lugar del Perú en el que puede observarse a las momias en sus mismas tumbas.
En la necrópolis pueden apreciarse 20 tumbas en las que se exponen restos momificados. Las mismas son pequeños cráteres hechos en la tierra. Las momias se presentan en fardos, además de estar amarradas en una posición sentada o de reposo no horizontal. En ellas es impresionante observar que presentan en su mayoría la dentadura completa y una melena tan larga que alcanza la cintura, misma que, se dice, pareciera dotarlas de un rasgo de vitalidad. Junto a las momias visibles, pueden encontrarse otros restos óseos, en especial cráneos muy blancos. Se cree que inicialmente habían existido en los sepulcros distintas riquezas, pero que habrían sido robadas por los huaqueros.
Venezuela: Las Torres del Sisal
Las torres de Sisal fueron abandonadas desde hace 48 años, las describen como un lugar que atrae a la muerte. Se encuentran ubicadas en Venezuela. Barquisimeto, ciudad capital del estado Lara, al centro-occidente del país. El sitio es también conocido como «el trampolín de la muerte».
Hasta la fecha ha cobrado más de 60 de suicidios desde sus torres. Sombras en los aptos, brujería y desapariciones, hacen del Sisal unos de los lugares más inquietantes de Latinoamérica.
El proyecto original contemplaba levantar 4 torres con 27 pisos cada una. La intención era albergar unas 1.000 familias. Debido a que los suelos eran inestables y de repente, avanzada la construcción, se percataron los ingenieros de que las torres se hundían y amenazaban con desplomarse. De hecho, había fallas estructurales en la edificación y cualquier actividad sísmica –frecuentes en Venezuela- habría podido causar un desastre. La contratista se quedó sin fondos y el ingeniero, ante el desastre y ya arruinado, subió al último piso de una de las torres y se lanzó al vacío falleciendo instantáneamente. Ese fue el inicio del mito.
Se registraron un sinfín de suicidios en la zona. Muchos dicen que hay voces que animan a las personas a tirarse desde los edificios. Otros han denunciado que el lugar es sede para rituales de ocultismo y espiritismo.
En los últimos años el gobierno invirtió grandes cantidades y no avanzó el proyecto así que decidieron no invertir más. Otras compañías privadas han querido retomarlo pero indican que en sus cortas visitas «algo los espanta» y han decidido cambiar de opinión.
Actualmente, se evalúa la posibilidad de demoler los edificios ante la imposibilidad y frustración de retomar y concluir el proyecto.
