La organización New7Wonders lanzó una advertencia que encendió las alarmas en Perú: la ciudadela inca de Machu Picchu corre el riesgo de ser retirada de la lista de las Nuevas 7 Maravillas del Mundo si no se toman medidas urgentes para garantizar su conservación y gestión sostenible.
El organismo, que en 2007 otorgó a Machu Picchu esta distinción, señaló que en los últimos años se han intensificado una serie de problemas graves: presión turística sin planificación, precios elevados, irregularidades en la venta de boletos, dificultades en el transporte terrestre, conflictos sociales y descoordinación entre las instituciones responsables de su administración.
Según New7Wonders, estos factores no solo deterioran la experiencia de los visitantes, sino que también dañan la imagen del Perú a nivel internacional. “La permanencia justificable y creíble de Machu Picchu como una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo depende de una acción urgente del Estado peruano”, advirtió la organización en su comunicado.
Llamado a la acción conjunta
El organismo remarcó la necesidad de una gestión integral que involucre a todos los niveles de gobierno, las comunidades locales y el sector privado. Destacó además la importancia del llamado “efecto maravilla”, que genera beneficios sociales, culturales y económicos para el país, siempre que vaya acompañado de políticas de desarrollo inteligente y sostenible.
Por ello, New7Wonders exhortó a las autoridades peruanas a redoblar esfuerzos inmediatos para proteger Machu Picchu y asegurar su adecuado manejo, de lo contrario el título podría ser retirado.
La respuesta del Gobierno
Frente a estas advertencias, el ministro de Producción señaló que el tema ya está siendo evaluado y que se han abierto espacios de diálogo impulsados por el Ministerio del Ambiente con el Gobierno Regional del Cusco y la Municipalidad de Urubamba.
“Estamos en toda la disposición de solucionar esta problemática. Tengamos en cuenta que estos temas son competencia de gobiernos locales, pero también nos atañe a nosotros. Se están generando espacios desde el Minam y Mincul para atender la situación”, indicó el funcionario.
La incertidumbre sobre el futuro de Machu Picchu deja en evidencia la urgencia de una gestión sostenible y coordinada, que asegure la preservación de este ícono cultural y turístico que representa no solo a Perú, sino también al patrimonio de la humanidad.





