Los caimanes en Oklahoma se congelaron esta semana debido a que las temperaturas gélidas azotan gran parte del centro y este de los Estados Unidos.
El fotógrafo de vida silvestre David Arbor capturó impresionantes fotos de varios caimanes metiendo sus hocicos a través del hielo para poder respirar en el Área de Manejo de Vida Silvestre Red Slough esta semana.
Si bien los caimanes pueden parecer muertos, los científicos dicen que no lo están. Es una técnica de supervivencia que usan los caimanes cuando el agua comienza a congelarse.
Adam E. Rosenblatt, profesor de biología de la Universidad del Norte de Florida, le dijo a Science Alert que cuando los caimanes se hunden, entran en lo que se llama «brumación», un estado similar a la hibernación de los reptiles. Sus cuerpos se apagan casi por completo y todo lo que necesitan hacer es respirar. Básicamente, el hielo se pega a sus hocicos, bloqueándolos en su lugar mientras sus cuerpos cuelgan debajo de la superficie.
«Básicamente, apagan su metabolismo. No necesitan comer porque no están quemando mucha energía», dijo Rosenblatt. «Reducen su ritmo cardíaco, su sistema digestivo, y simplemente se sientan allí y esperan que pase el clima frío. Es una adaptación bastante sorprendente».
Lo mismo sucedió en 2019 en Carolina del Norte cuando los caimanes en un parque de 26 hectáreas se congelaron con la nariz sobresaliendo del intercambio y las imágenes se volvieron virales. El administrador del parque dijo que los 18 caimanes estadounidenses se descongelaron en unos días y no tenían lesiones aparentes como resultado de su congelación profunda.
