Las intensas nevadas que han azotado el noreste de Japón en los últimos días han provocado una situación de emergencia en la prefectura de Fukushima, donde más de 100 turistas han quedado atrapados tras un alud de nieve que bloqueó el acceso a varios hoteles en la zona turística de Tsuchiyu Onsen.
El primer deslizamiento de nieve ocurrió durante la madrugada, pero las autoridades lograron despejar el camino. Sin embargo, un segundo alud al mediodía volvió a bloquear los accesos, dejando varadas a decenas de personas. Equipos de emergencia trabajan contrarreloj para liberar los caminos y evacuar a los afectados.
Este suceso forma parte de un episodio de nevadas históricas que ha llevado al cierre de 400 escuelas y ha activado alertas en 13 prefecturas del país. Desde la semana pasada, un frente frío extremo ha generado acumulaciones de nieve récord, causando estragos en la infraestructura. En la ciudad de Obihiro (Hokkaido), la nieve alcanzó 1,2 metros, la mayor cantidad registrada en la historia del país, según la cadena pública NHK.
Las autoridades han desplegado 250 máquinas quitanieves para despejar carreteras, mientras cientos de vuelos han sido cancelados y varias rutas quedaron bloqueadas. En Hokkaido, el gimnasio de un instituto colapsó por el peso de la nieve, aunque no hubo heridos ya que el edificio estaba cerrado.
El gobierno ha instado a la población a extremar precauciones ante el riesgo de nuevas avalanchas, cortes de electricidad y caída de árboles. Hasta el momento, se ha reportado la muerte de una persona y nueve heridos debido a las condiciones extremas. Además, casi 800 viviendas han quedado sin suministro eléctrico y se han registrado daños en diversas infraestructuras.
Ciudades como Kioto y Nagoya han experimentado nevadas sin precedentes, rompiendo récords de décadas. La situación sigue siendo crítica y las autoridades continúan monitoreando la evolución del temporal invernal, que no da tregua a Japón.
