Las desapariciones de barcos siempre son motivo de preocupación y, frente a las costas de Argentina, los casos parecen estar afectando a la industria pesquera.
El grupo de conservación oceánica sin fines de lucro Oceana ha estado rastreando la actividad de los barcos y los ha encontrado desapareciendo frente a las costas de Argentina. Sin embargo, estos barcos no se están hundiendo en las profundidades, sino que se cree que están pescando ilegalmente.
Utilizando los datos del Sistema de Identificación Automática (AIS) de Global Fishing Watch (GFW), Oceana logró rastrear las actividades de los barcos y también averiguar a qué país pertenecían. El AIS debería estar activado en todo momento en los barcos pesqueros, pero parece que algunos apagaron el sistema mientras realizaban tales actividades.
Oceana logró detectar embarcaciones que estaban pescando ilegalmente y tuvo algunos resultados impactantes. Las flotas de aguas distantes supuestamente eran responsables del 95% de la actividad pesquera visible en la zona, y los barcos chinos constituían el 69% de ellos, con 400 barcos. Como resultado, los barcos chinos han sido descritos como «saqueadores» de recursos naturales.
Los barcos coreanos, españoles y taiwaneses realizaron el 26% del resto de la pesca, gastando un estimado de 251.000 horas capturando vida marina, mostró un estudio de barcos entre el 1 de enero de 2018 y el 25 de abril de 2021.
Si bien muchos no tendrían un problema con los países que pescan, el hecho de que esta actividad no esté regulada y vea que hay brechas de AIS comprometidas es una preocupación para la industria pesquera y la población de peces. De los barcos que tenían brechas AIS, el 31% de ellos visitaron el Puerto de Montevideo, Uruguay. Se cree que este puerto es un centro de actividad ilegal.
La gran cantidad de embarcaciones que participan en actividades ilegales ha alarmado a Oceana y la Dra. Marla Valentine, directora de la campaña de transparencia y pesca ilegal de Oceana, ha detallado el impacto de los barcos chinos:
Nuestros océanos necesitan protección, no pesca imprudente desde China y otras flotas de aguas distantes. La pesca a esta escala, bajo el radar y sin tener en cuenta las leyes y la sostenibilidad puede tener impactos perjudiciales en ecosistemas enteros, así como en las personas y las economías que dependen de ellos.
Este es solo un ejemplo de cómo las flotas pesqueras de aguas distantes no reguladas pueden aprovechar la falta de transparencia y cumplimiento en el mar. Cada vez es más evidente que los intereses de la pesca comercial china tienen un gran alcance y no tienen fronteras; el mundo no puede darse el lujo de ignorar los impactos masivos de flotas como esta en nuestros océanos.
La vicepresidenta adjunta de campañas estadounidenses de Oceana, Beth Lowell, señaló el impacto de la pesca:
La pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (IUU) amenaza la salud de los océanos. Las embarcaciones que desaparecen a lo largo del borde de las aguas nacionales de Argentina podrían estar saqueando sus aguas de manera ilegal.
La pesca INDNR está causando estragos en nuestros océanos, comunidades costeras y personas que dependen de los océanos para su sustento. Un estudio reciente encontró que Estados Unidos importó un valor estimado de $ 2.4 mil millones en productos del mar derivados de la pesca INDNR en 2019.
A raíz de estas preocupaciones, ha habido solicitudes de que las naciones tomen medidas contra los sospechosos de dañar los ecosistemas en el océano.
Lowell pidió a Estados Unidos que adopte una posición: ‘Estados Unidos puede tomar medidas para abordar la pesca INDNR exigiendo que todas las importaciones de productos del mar tengan documentación de captura para demostrar que fue capturado legalmente, implementando la trazabilidad de cadena completa y haciendo que la transparencia sea una condición para la importación‘.
