Los estorninos son conocidos por la forma en que coordinan su vuelo de una forma singular. Y es que quien ha tenido la oportunidad de verlos en una sincronía singular, no ha dejado de asombrarse. En algunas manifestaciones de trabajo grupal por las mencionadas aves, se pueden percibir imágenes similares a las expresiones artísticas más interesantes.
Esto fue precisamente lo que le ocurrió al fotógrafo profesional James Crombie, quien se dedica a cubrir eventos deportivos con su cámara fotográfica. El día que decidió acompañar a su amigo Colin Higg hasta el lago Lough Ennell, vio un espectáculo digno de un galardón.
La imagen que mayor atención le prestó Crombie, fue la de la forma de un pájaro en pleno vuelo, que no pudo ser captada por el lente. Aun así, el fotógrafo de profesión decidió no darse por vencido.
Con el fin de captar la imagen que lo enamoró, Crombie realizó más de 50 viajes hasta el lago y lograr retratar este fenómeno natural tan bello. El comportamiento artístico de los estorninos obedece a un mecanismo de protección para evitar ser alimento por de sus depredadores naturales.
El nombre que recibe esta manifestación artística de la naturaleza, es la de murmullo de estorninos y es la danza superlativa más hermosa que se pueda apreciar en un atardecer en las inmediaciones del mencionado lago.
Los movimientos tan vertiginosos de estas aves, son de difícil captación por lo rápido que se
mueven. Si a eso se le añade el matiz rojizo de un típico atardecer el romanticismo sobra.
Para Crombie no ha existido mayor logro profesional que captar este murmullo de la naturaleza.
Lo que empezó como una imagen mental inolvidable, quedó registrado en el lente profesional
galardonado por los amantes de la fauna.
