Dinamarca comenzó a reabrir sus escuelas este miércoles después de un mes de clausura por la pandemia del coronavirus, convirtiéndose así en el primer país europeo que regresa a sus niños a clases.
El gobierno anunció que las escuelas podrían reanudar su actividad a condición de que se garanticen «el distanciamiento y el lavado de las manos».
La primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, realizó una visita supervisada a una escuela de las afueras de Copenhague para atestiguar el evento. «Estoy muy impresionada», dijo a la televisión local. «Los niños están muy felices de ver a sus compañeros de clase de nuevo».
Guarderías, jardines de niños y escuelas primarias reabrieron luego de haber cerrado desde el 12 de marzo como parte del esfuerzo para aplanar la curva del COVID-19.
Concretamente, los centros educativos deben organizar las clases para que haya una distancia de dos metros entre los alumnos y organizar el tiempo de recreo en grupos reducidos.
Frederiksen además dijo que entendía que era de la mayor importancia tomar precauciones extra tanto para los niños como para los padres.
En su perfil de Facebook, la mandataria escribió: «Muchos de los niños describieron lo difícil que fue no poder simplemente abrazar a sus mejores amigos por la felicidad de verlos de nuevo. Eso es algo que puedo entender».
Sin embargo, las clases se reanudaron solamente en la mitad de las ciudades danesas y en el 35% de los centros de la capital Copenhague. El resto abrirá sus puertas cuando terminen de adaptar los colegios a las reglas sanitarias instauradas para continuar la lucha contra la pandemia.
Según el Gobierno, todos los centros escolares del país deben estar abiertos el 20 de abril a más tardar.
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