Los parques de animales y zoológicos en todo el mundo tampoco se salvaron de los efectos de la crisis del coronavirus. ¿El problema principal? Como los parques están cerrados no hay suficientes ingresos para alimentar y cuidar a los animales y operar los acuarios, entre otras cosas.
Ahora, el Gobierno de Perú firmó esta semana un decreto de urgencia en el que destina una inversión de 3,9 millones soles (1,16 millones de dólares) para el cuidado de los animales silvestres que posee el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), afectados en su mantenimiento por la crisis del coronavirus.
El dinero se entregará a través de subvenciones aprobadas por Resolución del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre, quienes esperan que el dinero alcance para apoyar a los animales en sus cuidados y alimentación.
El Serfor será el responsable del seguimiento a los centros de cría a nivel nacional a los que se asigna la subvención autorizada, a fin de que se efectúe un buen uso y destino de los recursos destinados a proteger los animales en los centros de cuidado.
Los 43 centros de cría en el país están clasificados en: 14 centros de rescate, 4 centros de conservación, 51 zoológicos, 66 zoocriaderos y 8 centros de custodia temporal los que estarán beneficiados.
Todos ellos se enfocan tanto en conservar especies en peligro, así como para acoger a aquellas rescatadas del tráfico ilícito, las cuales juntas conforman un grupo de 4.000 animales.
De la misma manera, agregaron que por efecto de la pandemia, los centros de crianza y zoológicos son “instituciones afectadas por esta situación, ya que la mayoría solventa sus gastos principalmente de los fondos recaudados de las entradas y servicios brindados al público visitante”.
Lo cierto es que muchos zoológicos en todo el mundo han tenido que tomar medidas drásticas ante la crisis. Por ejemplo, el zoológico de Neumünster en Schleswig-Holstein ha elaborado un plan de emergencia para determinar qué animales tendrían que ser sacrificados debido al cierre del parque.
En cambio, otras fundaciones han expresado su oposición a esta medida. «Esto está fuera de discusión para Berlín. Matar animales por razones financieras sería lo último que se nos ocurriría», explicó el director del zoológico de Berlín, Andreas Knieriem.
