Un momento de terror se vivió en Oregon cuando un avión privado con cinco personas a bordo se salió de la pista y terminó en el agua, muy cerca del Southwest Oregon Regional Airport. Lo que pudo haber sido una tragedia terminó con final feliz gracias a la sangre fría del piloto, quien logró ejecutar un acuatizaje de emergencia que salvó todas las vidas a bordo.

El incidente ocurrió en la mañana del lunes 7 de abril, cuando una aeronave que volaba desde Utah perdió el control durante el aterrizaje y se deslizó fuera de la pista hasta impactar en la bahía de Coos Bay. El avión, un modelo Honda HA-420, terminó parcialmente sumergido, pero el rápido accionar del piloto evitó que la situación se saliera de control.
Los cinco ocupantes —cuatro pasajeros y el piloto— resultaron con heridas leves y fueron trasladados a un hospital cercano. Tres de ellos fueron dados de alta el mismo día, y los otros dos quedaron en observación por precaución.

Gracias al testigo que alertó a emergencias en el momento justo, los equipos de rescate llegaron rápidamente al lugar. En cuestión de horas, la aeronave fue extraída del agua con ayuda de una grúa, lo que permitió liberar la pista y restablecer la actividad aérea sin mayores contratiempos.
Aunque las causas del accidente aún están bajo investigación, el incidente dejó en claro una cosa: la pericia del piloto evitó lo peor y convirtió lo que pudo ser una tragedia en una historia de supervivencia.