El legado que nos ha dejado el antiguo Egipto es tan extenso que a día de hoy continúan realizando hallazgos impresionantes. Al sur del Cairo se encuentra Saqqara, una de las necrópolis más grandes y antiguas del mundo, lugar de descanso para las figuras públicas de la ciudad de Memphis.
Para averiguar los misterios que oculta esta impresionante necrópolis, el Supremo Consejo de Antigüedades de Egipto comenzó a llevar a cabo una serie de misiones arqueológicas desde 2018 para desenterrar todo sus secretos. En esta última excavación encontraron 250 sarcófagos y unas 150 estatuas que acompañaban a los difuntos.
Se cree que los sarcófagos datan del siglo V a.C, es decir, hace unos 2.500 años se sellaron y han llegado hasta nuestros días con las momias conservadas en perfectas condiciones. En algunos casos había amuletos y estatuas de madera que servían para acompañar a los muertos en su viaje hacía el más allá.
Pero los sarcófagos no son las únicas sorpresas, ya que las 150 estatuas de bronce desenterradas en esta expedición representan a cada uno de los dioses egipcios encargados de la protección tras la muerte, encontramos a Anubis, Bastet, Hathor, Isis, Nefertum y Osiris. Algunas de las figuras que representan a los patrones de la modificación están en posición de luto.
Los rituales cobraban gran importancia cuando se quería que los difuntos tuviesen un buen viaje hacia el más allá, por eso junto a los sarcófagos se hallaron vasijas de bronce relacionadas con la diosa Isis. Además, dentro de uno de ellos había un papiro, de 9 metros de largo, que podría ser un fragmento del Libro de los muertos, un amuleto para que los difuntos atreviesen el inframundo.
