En una medida histórica, Sudáfrica prohibió la pesca comercial de sardinas y anchoas durante al menos 10 años en las aguas cercanas a seis colonias clave del pingüino africano o pingüino de El Cabo, una especie que está al borde de desaparecer.
La decisión fue tomada tras una orden del tribunal de Pretoria, que busca garantizar el alimento de estas aves marinas cuya población ha disminuido de forma alarmante. En 2018 se registraban unas 15.100 parejas reproductoras, pero en 2023 la cifra bajó a apenas 8.750.
Organizaciones como BirdLife South Africa celebraron la resolución como una “victoria histórica”, advirtiendo que si no se toman medidas urgentes, el 97% de esta población desaparecerá y el pingüino africano podría extinguirse en estado salvaje para 2035.
Según expertos, la sobrepesca y las mareas negras son actualmente las principales amenazas que enfrentan estas aves. En 2024, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) declaró oficialmente al pingüino africano como especie en peligro crítico de extinción.
Esta prohibición marca un paso decisivo en la lucha por preservar a una de las especies más emblemáticas del continente africano.
