ROMA, una de las ciudades más bellas e históricamente importantes de Europa. Y también muy impactada por el turismo.
El crecimiento del turismo en las ciudades de arte es imparable, con un nuevo incremento en 2018, tanto en llegadas (44,4 millones, 600.000 más que en 2017) como en presencias, que pasan de los 110 millones a 113,4 millones, más de un cuarto (el 26,3%) de las presencias totales en Italia (430 millones en 2018). Los visitantes extranjeros representan alrededor del 60% de las presencias, según los datos del Centro de Estudios Turísticos de Florencia en ocasión de la 23. Feria de Turismo de las Cien Ciudades de Arte.
Roma es la meta reina del turismo italiano, con 15,2 millones de llegadas en 2018 y 36,6 millones de pernoctes, con un crecimiento de 1,1 millones sobre 2017 y un promedio de 2,4 noches por visitante.
Todos estos turistas se alojan, comen, contratan excursiones, y muchos de ellos se llevan recuerdos y souvenirs. Esto significa una GRAN cantidad de puestos de recuerdos. De lo que se imaginen.
Los residentes suelen citar estos puestos de souvenirs como un espanto visual e incluso disminuyen la experiencia del visitante, especialmente cuando se encuentran directamente frente a monumentos históricos. Es por eso que Virginia Raggi, la alcaldesa de Roma, anunció que se cerrarán 17 puestos ubicados alrededor de los principales sitios turísticos de la ciudad, para proteger el patrimonio de Roma y mejorar la seguridad en las cercanías de las zonas de mucho tráfico.
A partir del 1 de enero, se retiraron puestos de venta de llaveros, imanes, platos decorativos, figuras y otros recuerdos de áreas como la Fontana de Trevi, la Plaza de España, el Panteón, el Coliseo y la Piazza Navona. Las furgonetas que venden aperitivos para visitantes cerca del Coliseo y el Circo Máximo también fueron retiradas.
“Durante años”, dijo Raggi, “los monumentos de la ciudad han sido empañados por vendedores que venden bebidas, panini y baratijas frente a las joyas arquitectónicas de Roma. Esto ya no es tolerable «.
Esta prohibición es parte de una serie de pasos para limpiar las áreas históricas de la ciudad. También se han promulgado prohibiciones recientes para evitar que las personas se sienten en la Plaza de España, coman ciertos alimentos en los monumentos y caminen sin camisa.
