Siete personas murieron en la isla de Pemba en Tanzania después de comer carne de tortuga venenosa.
La lista de víctimas incluye a un niño de tres años, y el comandante de la policía local, Juma Said Hamis, dijo que al menos cinco familias comieron la carne el pasado jueves 25 de noviembre.
Otras 38 personas fueron trasladadas al hospital y la mayoría fueron dadas de alta, mientras que tres se encuentran en condición estable.
La carne, que es un manjar común en la zona, ha sido prohibida desde entonces.
Se enviaron muestras de la carne de tortuga marina a las autoridades para su análisis y así comprender mejor lo que les sucedió a quienes consumieron la carne tóxica, informó BBC News.
Si bien aún no se conoce la causa, se ha sugerido que el veneno podría provenir de un alga que se sabe que produce venenos mortales a medida que aumentan las temperaturas en la región entre noviembre y marzo. Las criaturas marinas, incluidas las tortugas, se comen estas algas, lo que las hace potencialmente mortales para comer.
La intoxicación suele ser peor en los niños pequeños y las personas mayores, pero puede afectar a los adultos sanos.
La noticia llega después de que 19 murieran en marzo por comer carne de tortuga en Madagascar.
Las autoridades del hospital Vatomandry en el distrito este de Antananarivo en Madagascar confirmaron que 10 de los 34 llevados al hospital habían muerto, mientras que otros nueve niños murieron en casa después de consumir la carne envenenada.
También se notificaron casos en Indonesia, Micronesia y las islas del Océano Índico de la India.
