Los tres yaguaretés, juveniles de origen silvestre, fueron rescatados en Paraguay y donados al proyecto de reintroducción de yaguareté en los Esteros del Iberá, en el noreste de Argentina. Por ser el depredador tope, el yaguareté cumple un rol fundamental en la estructura de los ecosistemas donde se encuentra presente: su regreso constituye un factor clave en la restauración ecológica de los Esteros del Iberá.
Se trata de tres individuos de yaguareté: dos machos y una hembra de aproximadamente un año y medio de edad. Ambos tres fueron rescatados en el Chaco Paraguayo por la Estancia Faro Moro cuando eran cachorros, precisamente luego que sus madres fueran matadas por cazadores furtivos. Si bien escaparon de una muerte segura en distintas circunstancias, sus destinos parecen haberse cruzado para ser protagonistas del regreso del depredador tope a los Esteros del Iberá.
Un equipo de Fundación Rewilding Argentina conformado por veterinarios y técnicos fue el encargado de ir al encuentro con los tres yaguaretés de aproximadamente un año y medio de edad a la Estancia Faro Moro. Los tres se encuentran en la Cuarentena Internacional de Especies Amenazadas, ubicada en el Parque Provincial San Cayetano en Corrientes para realizarles los controles sanitarios necesarios.
Cuando estos estudios hayan comprobado su buena salud, podrán ser trasladados al Centro de Reintroducción de Yaguareté en la Isla San Alonso, en el corazón del Parque Iberá. Allí los espera una etapa de adaptación en grandes corrales en la que se evaluarán sus habilidades de caza y comportamiento, con el objetivo de liberarlos.
Las poblaciones de yaguareté del Chaco paraguayo cuentan con más individuos que las del Chaco argentino, donde la especie se encuentra virtualmente extinta. Sin embargo, las poblaciones paraguayas están cada vez más deterioradas por la caza y los desmontes, amenazas aun vigentes, por lo cual rescatar a los huérfanos y enviarlos a proyectos de conservación como el de Iberá permite contribuir a
conservar la especie en el Gran Chaco.
De esta iniciativa participan instituciones y autoridades de ambos países unidos en un esfuerzo binacional de conservación: las autoridades ambientales (MADES) y sanitarias (SENACSA) del Gobierno de Paraguay, Faro Moro, el Gobierno de la Provincia de Corrientes, la Administración de Parques Nacionales, SENASA, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y Fundación Rewilding Argentina.
Traslados de fauna silvestre entre países vecinos como el de estos ejemplares, resaltan la importancia de que exista no sólo una cooperación internacional para iniciativas que aporten a la conservación de especies a nivel regional, si no también la necesidad de adecuar las legislaciones vigentes en materia de traslado de fauna silvestre, que tienda a agilizar y promover estos movimientos, imprescindibles para la conservación del yaguareté y otras especies amenazadas.
La llegada de estos tres individuos reforzará el núcleo fundacional conformado por los ocho yaguaretés que desde el año pasado se encuentran libres en los Esteros del Iberá, aportando a la diversidad genética de esta población inicial. En paralelo, Fundación Rewilding Argentina continúa trabajando con los vecinos de parajes y campos lindantes al área protegida para informarles sobre los avances del proyecto e involucrarlos en el proceso de reintroducción de esta especie icónica.
En cuanto a la especie, el yaguareté (Panthera onca) es el mayor felino del continente americano. Los
machos alcanzan los 2,50 metros de longitud, incluida la cola, y llegan a pesar hasta 140 kilos.
La especie se distribuía desde el sur de Estados Unidos al centro sur de Argentina. Sin embargo, en los últimos 200 años ha desaparecido de su rango de distribución histórico principalmente debido a la cacería, disminución en la abundancia de sus presas y a la destrucción y fragmentación de su hábitat. Actualmente, la especie ocupa un 5% de su rango histórico de distribución en el país.
La ecorregión del Gran Chaco que se distribuye entre Bolivia, Paraguay y Argentina alberga una altísima biodiversidad, representando un sitio clave para la conservación del yaguareté. Sin embargo, este complejo de áreas protegidas y tierras privadas enfrenta grandes amenazas para la conservación de ésta y otras especies. En Argentina, la población de yaguareté del Chaco Semiárido actualmente está conformada por menos de 20 yaguaretés, convirtiéndola en la más amenazada del país, comparada con las poblaciones de la Selva Paranaense (Misiones) y la región de Yungas (Salta y Jujuy).
Causas de este colapso incluyen la intensa actividad de caza ilegal, la pérdida de ambientes naturales donde habita la especie, con una tasa de deforestación del Chaco Semiárido considerada una de las más
altas de Sudamérica. Este escenario se repite en Paraguay, donde se registra la mayor proporción de cambio de uso de la tierra para la implementación de sistemas agropecuarios en la zona del Chaco Seco.