Para facilitar la entrega de ayuda humanitaria tras el fuerte terremoto, Turquía y Armenia abrieron un paso fronterizo este domingo pasado después de 35 años. Hasta el momento, el terrible suceso dejó un saldo de 33.000 muertos, sin embargo la ONU advirtió que podría duplicarse y llegar a 60.000.
«La ayuda humanitaria enviada por Armenia cruzó el puente de Margara en la frontera entre Armenia y Turquía y se dirige hacia las zonas afectadas por el terremoto», indicó en Twitter el viceministro de Relaciones Exteriores armenio, Vahan Kostanayna.
La frontera entre ambos países acabó cerrando definitivamente en 1993, tras una ola de enfrentamientos entre Armenia e integrantes de la etnia túrquica en Azerbaiyán, aunque ambos vecinos restablecieron contactos diplomáticos en 2021.
El paso fronterizo de Alican también se utilizó en 1988, cuando un gran terremoto sacudió Armenia, para enviar la ayuda recogida por la Media Luna Roja turca a las zonas afectadas.
Cinco camiones con ayuda, incluidos alimentos y agua, llegaron a Turquía desde el paso fronterizo de Alican, según trascendió en los medios locales.
Pese a la ayuda, especialistas médicos, citados por la prensa local, indicaron que a pesar del tiempo transcurrido, aún hay cuerpos bajo las ruinas y ante la falta de servicios de limpieza, agua y materiales de higiene, el peligro de epidemias es latente en al menos 10 provincias del sureste de Turquía.
«Uno de los problemas más importantes son los aseos portátiles. La situación de las mujeres es especialmente difícil. También es una necesidad esencial para el personal de rescate», reportó el diario ‘Hürriyet’.
