20 horas y 19 minutos en el aire. Ese fue el tiempo que le tomó al piloto argentino Enrique Piñeyro completar el vuelo sin escalas más largo jamás realizado, uniendo Seúl (Corea del Sur) con Buenos Aires (Argentina) a bordo de un Boeing 787 Dreamliner. La travesía, de más de 19.480 kilómetros, superó todos los registros anteriores en la historia de la aviación civil.

El vuelo fue operado por la compañía suiza Comlux, especializada en servicios VIP, y partió del aeropuerto de Incheon para aterrizar directamente en Ezeiza, sin una sola parada intermedia. “Este es el vuelo más largo que se hizo nunca”, aseguró Piñeyro, también reconocido por su trabajo como cineasta y activista.
Aunque no fue planeado originalmente como un intento de récord, la posibilidad de llevar al límite la autonomía del Boeing 787 y comprobar su rendimiento llevó al equipo a tomar el desafío. De hecho, la aeronave superó por más de 5.000 kilómetros su alcance habitual gracias a una planificación detallada y al equilibrio perfecto entre combustible, carga y tripulación.
Durante el viaje, el ascenso fue progresivo: recién después de 14 horas lograron alcanzar el nivel de crucero de 43.000 pies. “Fue todo un gigantesco ascenso”, comentó Piñeyro, destacando la dificultad técnica de mantener un vuelo tan prolongado y eficiente.
El Dreamliner que hizo historia
El avión, matrícula P4-787, pertenece a la línea Dreamliner, famosa por revolucionar los vuelos de larga distancia. Aunque su rango de alcance típico es de unos 14.200 km, este nuevo hito demostró que, bajo condiciones óptimas, puede superar los 19.000 km.
¿Y cuáles eran los récords anteriores?
Hasta ahora, el récord lo tenía un vuelo de Qantas Airways, que unió Nueva York y Sídney en 2019, dentro del proyecto Sunrise Trial, con una duración de 19 horas y 16 minutos. Otros vuelos de ultra larga distancia, como los de Singapore Airlines (de Nueva York a Singapur) o Qatar Airways (de Auckland a Doha), cubren hasta 15.300 kilómetros, pero aún así quedan por debajo de esta nueva marca.

Más que un récord: un paso adelante en la aviación
La hazaña de Piñeyro no solo rompió un récord, sino que plantea nuevas posibilidades para el futuro de los vuelos intercontinentales sin escalas. El desafío técnico, la logística precisa y la resistencia del avión y su tripulación marcaron un antes y un después.
Desde ahora, volar de un extremo del planeta al otro, sin paradas, ya no es solo una idea futurista: es una realidad hecha por un argentino.