El centro de arte digital más grande del mundo está llegando a Francia, y en el lugar menos pensado. Lejos de alojarse en una instalación moderna, el centro se ubicará en la antigua base submarina de la Segunda Guerra Mundial de Burdeos, una inmensa estructura de hormigón construida por los alemanes en 1943.
Este impresionante espacio de más de 40.000 m2 a orillas del Garona fue construido por los nazis para albergar submarinos durante la Segunda Guerra Mundial.
Las obras de los grandes maestros de la historia del arte, ya sean pinturas o esculturas, cobrarán vida gracias a la magia de un centenar de videoproyectores y miles de imágenes digitalizadas que se verán sobre una superficie de más de 12.000 m2, todo ello enmarcado por la monumental arquitectura de este viejo búnker.
Y aún hay un elemento más: el agua. Su reflejo ofrecerá una perspectiva inédita de las imágenes, que podrá verse en toda su magnitud gracias a las pasarelas instaladas sobre y a lo largo de las piscinas.
El centro de arte digital Les Bassins de Lumières (Los estanques de luces) está programado para abrir el 17 de abril de 2020 con una increíble exhibición inmersiva del trabajo de Gustav Klimt y Paul Klee proyectado en las paredes del lugar y reflejado en el agua de los estanques.
Y lo mejor es que el espacio estará abierto los siete días de la semana durante todo el año y las exposiciones cambiarán cada año.
Culturespaces, la compañía detrás del Atelier des Lumières en París, es responsable de este fantástico proyecto. La primera exposición del Atelier des Lumières, una exhibición inmersiva de la obra de Van Gogh, fue sumamente exitosa.
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A este niño de 10 años lo retaban por dibujar en clase y ahora lo contrataron para llenar un restaurante con su arte
Emocionante: Joe Whale, un pequeño de 10 años oriundo de Reino Unido, fue invitado a decorar con sus dibujos la sala de un conocido restaurante de la localidad, luego de conocerse su talento a través de las redes sociales.
Joe es conocido en la escuela por su costumbre de dibujar en clase, por lo cual siempre ha sido castigado por sus maestros. Sus padres, por el contrario, decidieron alentar su creatividad y lo inscribieron en un curso de arte extraescolar.
“Se sentía frustrado por el poco tiempo que tenía para dibujar, y es por eso que lo hacía en clase”, explicó en una entrevista con Metro el padre de Joe.
