La historia de Mittens, una gata Maine Coon de ocho años, se volvió viral después de un accidentado viaje aéreo que la llevó a recorrer tres trayectos en 24 horas. La travesía comenzó cuando su familia se mudó de Christchurch, Nueva Zelanda, a Melbourne, Australia, pero un error en el manejo del equipaje hizo que la felina no llegara a su destino a tiempo.

Según Margo Neas, la dueña de Mittens, todo parecía ir bien hasta que al aterrizar en Melbourne, su amada gata no apareció en la zona de carga del avión. Durante tres horas, esperó con angustia, solo para recibir la noticia de que Mittens había regresado a Nueva Zelanda en la bodega del avión.
El problema ocurrió porque una silla de ruedas almacenada en el compartimento bloqueó la vista de la jaula, lo que impidió que el personal de carga la descargara. Afortunadamente, el piloto de Air New Zealand, al descubrir que Mittens seguía a bordo, encendió la calefacción en la bodega para asegurar su comodidad durante el vuelo de regreso.

Tras otro viaje más de Nueva Zelanda a Australia, Mittens finalmente se reunió con Margo gracias a la intervención de una compañía de mudanzas especializada en mascotas. «Corrió a mis brazos y me dio los abrazos más grandes de todos los tiempos», relató Neas emocionada.
Air New Zealand ofreció disculpas por el incidente y confirmó que reembolsará todos los gastos ocasionados.