Las huellas fósiles se encontraron en una roca del Gran Cañón en Colorado, Estados Unidos y serían de hace más de 300 millones de años.
El descubrimiento fue publicado en el mes de Agosto en la revista de investigación PLOS ONE por investigadores de la Universidad de Nevada, Las Vegas. De acuerdo a Steve Rowland, profesor de la universidad, y sus colegas las huellas fósiles datan de, aproximadamente, unos 313 millones de años, según informó la agencia de noticias Associated Press News.
En la publicación los investigadores plantean que las huellas fósiles de animales se encontrarían entre las más antiguas pertenecientes a animales que ponían huevos con una coraza protectora y también constituiría evidencia de animales vertebrados que caminaban en las dunas de arena.
Según la agencia de noticias, todavía está en debate si las huellas fósiles pertenecen a un animal de cuatro platas, con una secuencia de caminata lateral, o si marcan el punto en el que los animales tenían la posibilidad de poner huevos con una coraza protectora fuera del agua. Para Mark Nebel, quien es el encargado del programa de paleontología del Gran Cañón, «algunas de las conclusiones probablemente van a ser controversiales». Además, agregó que «Hay muchos desacuerdos en la comunidad científica sobre la interpretación de huellas, interpretación de la edad de las rocas, especialmente sobre la interpretación de qué tipo de animal dejó estas huellas«.
Respecto a Rowland, había escuchado de las huellas por parte de un profesor de geología de Noruega, llamado Allan Krill, que se encontraba recorriendo el Gran Cañón con sus estudiantes en 2016 y le envió una foto. La roca se desprendió de la Formación Manakacha, que data de una época en la que los dinosaurios todavía no habitaban la Tierra y el mundo era un solo continente que conocemos como Pangea. Rowland declaró que «Siempre se puede aprender más, y sin duda nos gustaría encontrar más huellas de estos mismos animales«.
Los oficiales del Gran Cañón todavía están tratando de terminar qué hacer con la roca en sí. Es increíblemente pesada y, además, se encuentra ala vista de todos. Según comunicaron, hay otra parte de la roca que también contiene algunas huellas pero no fue estudiada de manera tan extensiva. Según Nebel, «muchas personas pasan caminando por al lado y no se dan cuenta que están», y que los científicos tienen los ojos entrenados para notar esas. También agregó que ahora que las personas saben que hay algo allí, llamará más la atención.
Para más noticias como esta, ¡síguenos en Instagram!
