¿Te imaginas ir a un festival masivo, perder tu celular y poderlo recuperar sin ningún problema? ¿Qué tal dejar olvidada la cartera en el probador de una tienda que cayó por accidente y tener la certeza de que ésta regresará a ti, con el dinero y todo?
En Tokio, con 13 millones de habitantes, se confirma como una de las ciudades más grandes del mundo, pero también como la metrópoli más honesta.
Aquí se realizaron encuestas en el 2018 y de acuerdo con la Policía Metropolitana, resulta que el 73% de las identificaciones perdidas y un 83% de los teléfonos móviles reportados como robados regresaron a sus dueños.
En cuanto a los celulares perdidos, los habitantes regresaron más de 130 mil dispositivos, lo cual equivale al 83%. Además, la mayoría de los artículos fueron devueltos a sus dueños el mismo día.
La Policía Metropolitana de Tokio informó que en el 2016 recibió en sus comisarías 3.670 millones de yenes (USD 32 millones) en efectivo encontrados en la calles por distintas personas y que su oficina de objetos perdidos pudo devolverle a sus propietarios cerca del 75 % del dinero.
En Tokio, los oficiales se encuentran ubicados en pequeñas estaciones de policía llamados kōban. La ventaja es que estos recintos abundan en la ciudad, lo que significa que los habitantes nunca están demasiado lejos de la ayuda.
También existen leyes y premios que favorecen este gesto: la ley nacional de objetos perdidos establece que el que encuentra dinero debe entregarlo a la Policía y tiene derecho a una recompensa de entre el 5 y 20 por ciento. Y si nadie lo reclama en 3 meses, puede reclamar que le entreguen el total.
Pensar en el bienestar colectivo, antes que en el individual ha funcionado para que Tokio se convierta en una de las ciudades más honestas del mundo.
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China prohibirá las bolsas de plástico en sus principales ciudades para fines de 2020
La medida ha sido anunciada por las autoridades oficiales de uno de los países más poblados de Asia Oriental, a fines de promover la reducción en el consumo de plásticos de un solo uso.
A partir de esta iniciativa, China apostará por la utilización de los productos alternativos y ecológicos y la incursión en actividades de reutilización y reciclaje.
Se trata de un nuevo plan dispuesto para reducir el consumo de plásticos de un solo uso. En efecto, se prohibirá el uso de bolsas no biodegradables en las principales ciudades de China. Así consta en un documento firmado por la Comisión Nacional de Reforma y Desarrollo (CNRD) y por el Ministerio de Ecología y Medio Ambiente.
