Una ciudad señorial, prolijamente diseñada para encantar a los ojos de los viajeros que, curiosos, se acercan para conocer una historia real, palacios, castillos y, casi como una perfecta dualidad, mercados y barrios bohemios donde el punk se interpone a la música clásica.
Londres, uno de esos lugares del mundo que invita a todo aquel que la visita a disfrutar de museos con colecciones de arte, historia y cultura y, al mismo tiempo, visitar “cunas de la música”, los barrios más famosos y hasta los pubs donde han nacido las bandas más famosas de todos los tiempos, clásicos y canciones inolvidables que todos hemos escuchado hablar alguna vez en la radio.
Una ciudad con características que la hacen única, una ciudad donde la lluvia no es un impedimento, una ciudad con un Big Ben que espera la hora para las fotografías de todo aquel que llega a la ciudad, una rueda con miradores para quien desea disfrutar de las históricas construcciones desde la altura y, a solo pocos pasos, Westminster Abbey que, con sus celebraciones y bodas, ha conquistado los corazones de todos los televidentes.
Una «ciudad-museo» la llaman algunos, donde cada esquina, cada rincón y cada cabina de teléfono parece que quiere ser fotografiada. A un lado, una ardilla, animales famosos dentro de la ciudad que merodean por los parques reales de Londres con el Hyde Park , el más importante, encabezando los espacios verdes que culminan una perfecta postal londinense.